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Las redes de seguridad alimentaria se esfuerzan por el colapso económico

Equipo I de salud de Connecticut

People wait outside of the 164 Wilson Food Pantry for their numbers to be called. The pantry is part of the Wilson Memorial Church of God in Christ. -Photo by Melanie C Stengel

Por Peggy McCarthy

Más allá de las relucientes torres de oficinas con vista a la I-95 en Stamford y las embarcaciones de recreo que frecuentan los puertos deportivos de la ciudad, miles de residentes de la ciudad luchan contra el hambre, una situación que empeoró con la pandemia.

Las graves necesidades alimentarias en Stamford, que tiene la mayor cantidad de casos de COVID-19 en Connecticut, reflejan la emergencia alimentaria estatal y nacional provocada por el desempleo récord. De acuerdo con la experiencia nacional, los residentes latinos y afroamericanos, que representan alrededor del 40 % de la población de la ciudad, contraen de manera desproporcionada el COVID-19 y pierden trabajos mal remunerados. Los latinos comprenden el 26% (33,000) de la población de Stamford, los negros el 14% (17,000).

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